Protegidos por leyes ilegítimas

Editorial de Aquí 343

Las leyes responden al poder y a la corriente ideológica dominante y no siempre favorecen al grueso de la población; incluso protegen a los gobernantes, quienes no siempre gobiernan para el pueblo, sino que lo hacen para beneficio propio y de sus allegados. Legalmente se puede instaurar una dictadura, se puede favorecer la corrupción y a quienes cometen delitos.

En materia judicial hay casos donde los acusados renunciaron a sus principios logrando así conservar la vida; así también, otros acusados lograron disminuir el tiempo de su pena acogiéndose al recurso jurídico del llamado “juicio abreviado”, con el cual se inculparon por delitos nunca cometidos o cooperaron reconociéndolos y denunciando a otros actores; sin embargo, no todos lograron sobrevivir inculpándose por delitos que nunca cometieron, como sucedió en tiempo de las purgas de Stalin, donde los procesados igual fueron condenados a morir.

Paradójicamente, sobre todo en nuestro país, algunos que cometen delitos son exculpados por las amenazas que hacen, delitos del que se pavonean pues ellos actúan con el repudiable comportamiento del “métanle nomás y si estamos fuera de la ley que lo arreglen los abogados…”.

Esta forma de actuar de algunos politicastros no hace más que aumentar la inversión de valores que padece nuestra sociedad desde hace tiempo, comportamiento que, lamentablemente, es replicada por mucha gente. Además, lo hacen con la seguridad de que las nuevas leyes que han impuesto, les favorecen, pues en estos casi 20 años del partido gobernante, una de las tareas sistemáticas que ha desarrollado ha sido la desinstitucionalización de los organismos estatales, el copamiento de los altos cargos directivos y la subordinación a los intereses particulares y de grupo de los gobernantes.

El futuro poselectoral, tal como vamos avanzando hacia la fecha de las elecciones generales, parece no darnos un futuro promisorio, pues el partido gobernante, aunque supuestamente dividido, las diferentes facciones sumarán más en el legislativo que la también dispersa oposición, lo que significa que el andamiaje jurídico que protege a los jerarcas del partido gobernante construido en estos años, seguirá intacto, garantizándoles la impunidad por muchos años más.