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Suecia y Bolivia: medio ambiente, DDHH y democracia

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Suecia y Bolivia tienen una amistad antigua. Los años de mayor esplendor, sobre todo para Bolivia,  fueron cuando Jaime Paz Zamora era vicepresidente y, luego, cuando fue presidente. El MIR y la Socialdemocracia eran miembros de la Internacional Socialista, es allí donde nace la relación, que no siempre se tradujo en inversiones. Luego que Suecia ingresó en la Unión Europea (UE) cambió el eje de la relación con Bolivia y el continente lo que sirvió de pretexto para apartar su interés y centrarlo en otras latitudes geopolíticamente más interesantes, como los países del Báltico. Además el leiv motiv había desaparecido: la URSS; porque la política internacional sueca, de cara a América Latina, tenía un eje intermedio entre el capitalismo norteamericano y el comunismo soviético. El "modelo sueco”, en el que conviven el capital, el trabajo y el Estado, era una suerte de ensayo posible en América Latina.

En los últimos ocho años, en Suecia ha gobernado una coalición de partidos de centro-derecha, que cementó el concepto de diplomacia de cercanía, que decidió en 2013 "eliminar paulatinamente” la ayuda a Bolivia. Medida que ha sido modificada en 2014 gracias a la llegada  de un nuevo gobierno.

La ayuda no llega a los dígitos que Suecia dio a Cuba en los años 70 o la que dio a Nicaragua en los 80. Es reducida porque no pasa de 125 millones de coronas. Hay un refuerzo suplementario de 40 millones para impulsar la investigación. Una cosa es la ayuda al desarrollo, que tiene también objetivos políticos como la preservación del medio ambiente, la vigencia de los derechos humanos y el desarrollo democrático,  y otra, muy diferente, son los negocios. Según el último dato (2012), el valor de las importaciones suecas de Bolivia es 17,5  millones de coronas, en tanto que las exportaciones alcanzan los 190 millones de coronas.

Los empresarios no tienen interés en invertir en Bolivia, la ausencia de información fidedigna los obliga a repetir la muletilla sobre la "falta seguridad jurídica”, cuyo origen está en el discurso anticapitalista de Morales, además de un par de interrogantes sin respuesta. ¿Cómo se explica la defensa de la Pachamama y la explotación de hidrocarburos o la construcción de grandes vías? ¿Cómo se explica la intención recurrente de modificar la CPE para permitir reiteradas reelecciones?

Carlos Decker Molina, periodista, reside en Suecia.

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