Por la muerte del papa Francisco se pronuncia la APDHB
La Paz, 25 de abril de 2025.
La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) al tiempo de expresar sus condolencias y solidaridad a los obispos, sacerdotes, religiosas, feligreses y creyentes de la Iglesia Católica, valora el legado espiritual del papa Francisco y reivindica su enorme figura, humilde carisma y sus grandes enseñanzas para estos tiempos violentos y confusos que nos ha tocado vivir a nivel planetario.
En países como el nuestro en que la gente tiene que lidiar cotidianamente con la pobreza y la creciente miseria, a pesar de la demagogia de los políticos que prometen cielo y tierra (ayer los populistas de izquierda y hoy los de derecha), los activistas defensores de Derechos Humanos de las APDH saludamos los primeros gestos del Papa Francisco rechazando la ostentación heredada de la jerarquía católica y prefiriendo vivir en el Vaticano en condiciones modestas similares a las de su ministerio pastoral.
Como ADPHB, una organización de la sociedad civil comprometida con los derechos humanos de los más vulnerables, nos sentimos muy identificados cuando, al momento de su coronación como el 266º papa de la Iglesia Católica, tomó su nombre papal en homenaje a Francisco de Asís, el santo del medioevo identificado con la pobreza espiritual, el amor a los humildes y el cuidado de las criaturas de la tierra.
Este gesto inicial de homenaje al santo emblemático de la reverencia por la vida quedó confirmado dos años más tarde cuando Francisco publicó en 2015 la encíclica Laudato Si sobre el cuidado de la casa común que constituye todo un alegato doctrinal de la Iglesia, aunque sustentado también en estudios científicos y el sentido común, por el respeto a la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y la protección del hábitat de los seres humanos hoy gravemente amenazados por la inaudita contaminación, las catástrofes climáticas y el terrible impacto de las actividades económicas sobre los frágiles equilibrios ecológicos de la tierra.
Las encíclicas de Francisco (Fratelli Tutti, entre otras) dan cuenta de las principales preocupaciones del Papa respecto a las ideologías perversas, las tecnologías deshumanizantes, el consumo desenfrenado y seguramente serán una guía para el pensamiento y la acción de los cristianos comprometidos, acompañando a los movimientos de activistas que abrazan las causas nobles de la humanidad. Entre estas, el Papa Francisco abanderó de todo corazón la causa por la paz mundial denunciando hasta el último día de su vida las atrocidades de las guerras, como en Gaza y Ucrania, y su enorme costo en sufrimiento y pérdidas humanas.
En medio de su infatigable dedicación a denunciar los males de nuestro tiempo y a reivindicar los dones de la vida y la solidaridad, Francisco tuvo que cargar también con el oprobio de crecientes denuncias de abuso sexual a menores por parte de sacerdotes o religiosos en el seno de la Iglesia, y muchas veces con el encubrimiento de autoridades y pares de la jerarquía católica.
Aunque se pueden encontrar muchas pruebas de que el Papa condenó inapelablemente estos abusos atroces, algunos le reclaman no haber hecho lo suficiente para contener y castigar estas prácticas condenables, arraigadas en la Iglesia desde mucho antes.
Otro aspecto controvertido de su papado fue su silencio ante violaciones a los derechos humanos de regímenes e ideologías que dlscursivamente tienen a los pobres corno eje de sus políticas, a pesar de que en los hechos las políticas populistas están lejos de atender las justas demandas de los pobres. Algunas víctimas de la persecución judicial en nuestro país inclusive le reclaman, hasta ahora, no haber escuchado los pedidos clamorosos por su intercesión como Papa para impedir que se corrompa la justicia en innumerables casos motivados políticamente, como los que provocaron que José María Bakovic, expresidente del Servicio Nacional de Caminos, muriese en manos del sistema judicial perverso sin haber logrado ser escuchado por el Papa.
No obstante, creernos que al final Francisco será reivindicado por su defensa de los perseguidos y criminalizados injustamente, y por su defensa del inmigrante como una condición vulnerable que llama a la amistad y la compasión con los otros en vez de su criminalización, como ocurre actualmente con los inmigrantes provenientes del Sur que se ven obligados a huir de sus países por la persecución, la violencia o la miseria. Sus palabras de condena a las políticas abusivas de Donald Trump y otros resonarán en los oídos de propios y extraños por mucho tiempo aún, después que sus restos hayan sido depositados en la humilde morada terrestre que escogió para su descanso eterno.
Yolanda Herrera Hoyos, Vicepresidenta APDHB; Ligia Pinto Ogaya, Secretaria General APDHB; Marlene Quispe Martínez, Secretaria Delegada de Organizaciones; Wilfredo Pomar Miranda, Secretario Relaciones Internacionales; Mirka Miyata Cavina, Secretaria de Extensionismo; Jorge Castillo Gómez, Presidente APDH-Oruro; Bernardo Suárez Franco, Presidente APDH-Beni; Hernando Calla Ortega, Presidente APDH-La Paz; Samuel Rocha Guerrero, Presidente APDH-Santa Cruz; Freddy Jiménez Canaviri, Presidente APDH-Chuquisaca; Cinthia Z. Flores Fanola, Presidente APDH-Regional Llallagua; Isaac Romero A., Responsable APDH-Villazón.