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El MAS espera que la farsa del juicio a Chile ante la Corte Internacional de La Haya revierta el creciente repudio de las masas al gobierno de la impostura

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Problema marítimo – fallo de la Corte Internacional de Justicia

Cuando aún el sopapo del NO al referendo por las autonomías departamentales propuestas por el oficialismo tenía aturdido al gobierno, se conoce el fallo de la Corte Internacional de La Haya declarándose competente para conocer la demanda de Bolivia contra Chile pidiendo que esta Corte determine que Chile y Bolivia negocien de “buena fe” una salida soberana al mar para Bolivia.

El desproporcionado jolgorio montado alrededor de este acontecimiento por el gobierno busca crear un ambiente de chauvinismo exacerbado, con la finalidad de alejar a los explotados y oprimidos de los problemas reales que hacen a su existencia material, parar en seco las movilizaciones sociales que genera la miseria, la desocupación y los salarios de hambre y, por otra parte, crear condiciones favorables para que el referendo que se programa para fines de febrero del próximo año sea favorable y le permita materializar el añorado plan de la reelección del presidente indígena.

Este juicio es una farsa sin futuro, montado con fines puramente demagógicos. La respuesta de Chile es categórica: No hay tribunal en el mundo que pueda obligar a Chile a ceder ni un milímetro de su soberanía. Y esa, aunque duela, es la amarga verdad; en el mundo capitalista dominan los intereses económicos del más fuerte, en este caso Chile, y ni la Corte Celestial podría nada contra ello.

Creer que la debilidad económica y militar de Bolivia pueda superarse mediante un diálogo de “buena fe”,  con volteretas diplomáticas y discursos pacifistas huecos y demagógicos, es una estupidez propia de la ignorancia de Evo, la megalomanía sofista de García Linera y la ceguera de clase de los intelectuales burgueses.

Bolivia perdió el mar en una guerra de rapiña impulsada por los intereses del imperialismo inglés en la explotación del salitre en la región de Atacama y ahora por la explotación por empresas transnacionales de las riquezas minerales en lo que fue territorio boliviano.

Los gorilas Pinochet y Banzer estuvieron a punto de concertar un acuerdo de canje territorial ideado por Pinochet consistente en ceder una franja de desierto al norte de Arica y una playa que no es puerto, por tanto inútil, a cambio de ricos territorios en los Lípez. El acuerdo se frustró por la oposición del Perú ya que involucraba a territorios que fueron peruanos antes de la guerra.

Este antecedente, contrario a los intereses del país y cerrado por el Perú, es el argumento principal como derecho expectaticio de la demanda boliviana con el limitadísimo objetivo de obligar a Chile a sentarse a dialogar de “buena fe”.

Volveremos al mar cuando los explotados de Bolivia y Chile, vanguardizados por el proletariado, derrumben el poder de sus respectivas burguesías y liberen a sus pueblos de la opresión imperialista. Sólo entonces será posible la hermandad entre pueblos y la solución a la mediterraneidad boliviana.

¿Un factor distorsionante del desarrollo de la situación política?

El gobierno que se encontraba vapuleado por todos lados con los resultados negativos del referéndum autonómico, desde hace algunas horas antes de conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) sobre el tema de si este organismo es o no competente para conocer la demanda boliviana que exige a Chille una negociación “de buena fe” para posibilitar una salida “soberana al Pacífico”, ha montado una impresionante campaña publicitaria para  relegar momentáneamente a un segundo plano su derrota en el referéndum autonómico en los cinco departamentos donde se ha llevado a cabo esta consulta popular; ha declarado al país en vigilia, ha volcado a los estudiantes de todos los ciclos a las calles suspendiendo las actividades escolares, ha movilizado a las llamadas organizaciones sociales y a los trabajadores de la administración pública, ha copado toda la prensa nacional, etc., todo con la finalidad de concentrar la atención de los bolivianos sobre La Haya.

Una vez conocido el fallo ha declarado fiesta nacional, aparecen en las pantallas televisivas y en toda la prensa nacional las figuras emblemáticas del gobierno y de todo el oficialismo, mostrando que la victoria es un gran avance en la marcha hacia el Pacífico. Las bartolinas y todos los miembros del CONALCAM, entre ellos los sirvientes del oficialismo encaramados en las organizaciones obreras, se encargan de montar un cuadro apoteósico creando la ilusión de que el MAR está al alcance de las manos; Morales y García Linera aparecen bailando en las fiestas organizadas para festejar el “gran triunfo”, gracias a la genialidad del “hermano Evo”; la estúpida oposición de derecha, representada por los ex presidentes, no quiere perder la oportunidad de participar de la farándula  sumándose entusiasta a la impostura oficialista.

De lejos se puede percibir que lo que busca el gobierno es crear un ambiente de chauvinismo exacerbado, todo con la finalidad de alejar a los explotados y oprimido de los problemas reales que hacen a su existencia material generados por las primeras manifestaciones de la crisis del sistema capitalista que ya se dejan sentir en diferentes sectores de la población, parar en seco las movilizaciones sociales que genera la miseria, la desocupación y los salarios de hambre que perciben los sectores dependientes de la empresa privada y del Estado; por otra parte, pretende crear las condiciones favorables para que el referéndum que se programa para fines de febrero del próximo año sea favorable y que le permita materializar el añorado plan de la reelección indefinida del presidente indígena.

El problema está en saber si es posible la materialización de esta maniobra; de ser así, se habría logrado modificar profundamente el desarrollo de la situación política que el POR ha señalado que se caracteriza por el rápido alejamiento de importantes sectores de la clase media y de los trabajadores del control político del gobierno (es por eso que la derrota electoral es más contundente en los centros urbanos), caracterización que ha sido plenamente confirmada con los últimos resultados del referéndum autonómico. Los bolivianos que, hasta la víspera castigaron con el voto al odiado oficialismo, tendrían que retornar a la vieja ilusión en las posibilidades del gobierno indígena, por ejemplo de lograr la salida al Pacífico y de resolver todos los problemas de los bolivianos.

Este razonamiento es extremadamente simplista si no se toma en cuenta el otro factor real y objetivo que es la crisis económica. Si hay un desvarío momentáneo en los explotados en torno a la ilusión del MAR (hecho que todavía falta comprobar en la conducta cotidiana de los explotados), extremo que puede ocurrir como consecuencia de la descomunal campaña publicitaria, sin embargo la gente muy pronto va a retornar a pisar la realidad porque los tormentos del hambre son mucho más categóricos que las ilusiones en torno al MAR. No es posible que los sectores que han logrado emanciparse del control político del gobierno puedan desandar el camino ya recorrido en todo el proceso político anterior.

Las posibilidades de negociaciones con Chile, hecho que puede durar muchos años, no ofrecen ninguna perspectiva que pueda mantener la ilusión chauvinista de la gente. Inmediatamente después de conocido el fallo de la CIJ, los gobernantes chilenos han sido categóricos al señalar que no cederán un milímetro de su territorio a Bolivia porque sus leyes no lo permiten, de este modo las actitudes histriónicas de Evo Morales de entablar relacionen inmediatas con Chile se ven frustradas. No es posible que, allí donde están comprometidos los intereses materiales de los países puedan realizarse “negociaciones de buena fe”, la clase dominante chilena defenderá sus posiciones a sangre y fuego si de eso depende su supervivencia.

Lo que corresponde a los revolucionarios es luchar contra las tendencias chauvinistas que puedan surgir en el seno de los explotados. Convocarlos a pisar la realidad para luchar por su derecho a comer, al trabajo y a los sueldos que cubran sus necesidades vitales. Hay que desenmascarar todas las maniobras que urde el oficialismo para tender cortinas de humo sobre los problemas reales de los bolivianos.

Masas 2419 del 2/10/2015 Periódico del Partido Obrero Revolucionario-POR

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