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Presidente: tenemos programa, principios, partido, movimientos sociales…

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editorial

Para ganar las elecciones del próximo año con el 74 por ciento

El Presidente de Bolivia, en una reunión con militantes del MAS y del Instrumento por la Soberanía de los Pueblos ha dicho lo que reproducimos en el título de esta nota editorial, entre otras afirmaciones que las comentamos. Pero ha callado otras esenciales que también las analizamos.

El binomio Morales-García, anticipadamente, despliega su campaña electoral con ventajas respecto de sus posibles contrincantes:

La habilitación de esa candidatura  ya es una ventaja concedida por el Tribunal Constitucional Plurinacional, con cuya medida este organismo se desacredita porque lejos de asegurar la correcta aplicación de la Constitución Política del Estado (CPE), ha vulnerado a ésta porque si aplicaba la disposición transitoria segunda de la Ley Fundamental ni Evo Morales ni García Linera fueran candidatos a la reelección por tercera vez.

Esa candidatura tiene antiguos y nuevos aliados. Entre los viejos, con los que refuerza su entendimiento en base a un visible incremento de beneficios y servicios, que dan y reciben, están: los cocaleros, colonizadores, cooperativitas mineros (especialmente los novísimos patrones del sector), choferes propietarios, comerciantes (incluidos los que venden ropa usada y los contrabandistas de autos “chutos”), una parte de gremiales y otra de juntas vecinales.

Entre los anteriores aliados, con los que afianzan sus relaciones, están las iglesias evangélicas, como: Metodista y Eklesía. Los primeros tuvieron cinco embajadores en el primer mandato presidencial de Morales y los segundos ocuparon, con representantes suyos, las direcciones de impuestos internos, de la Aduana y de la institución que sustituye a la que fue Superintendencia de Hidrocarburos.

Los gobernantes, sin bulla alguna, establecieron acuerdos electorales y de mayor alcance incluso con sectores empresariales cruceños, como Salvador Ric (ahora embajador de Bolivia en Uruguay), así como con medianos empresarios alteños que contratan trabajo asalariado para producir ropa, incluso para la exportación. Ric, para asumir el ministerio de Obras Públicas, en el primer período de Evo Morales, declaró 50 millones de dólares como patrimonio, por lo que se ubica entre los empresarios grandes, dada la dimensión de la economía boliviana.

Ahora está claro que el acuerdo de los gobernantes con los empresarios cruceños cobra otro vuelo: el Presidente quiere empresarios grandes para lo que mostró su disposición de ayudarles para conseguir ese tipo de patrones. A eso mismo (guardando las distancias de espacio y tiempo) Paz Estenssoro llamaba “crear” una burguesía nacional o criolla.

El actual Presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, dentro de la cumbre de diciembre de 2011 y de enero de 2012, declaró que fueron allí a buscar un pacto con los indígenas. Y hay más dichos y más hechos que evidencian que ese acuerdo crece. Existe y funciona el Consejo Económico y Social, en el que convergen empresarios y gobernantes, y, sobre todo, los intereses de estos últimos. Asimismo se conoce, sin detalles explicativos, el acuerdo que sellaron gobernantes y banqueros gracias al que se aprobó la Ley de Servicios Financieros. Con ésta incluso podrían ganar un poco menos los dueños de la banca privada, pero, durante los dos gobiernos de Evo Morales, ese sector ganó de manera ascendente, por ejemplo, el año pasado ganaron 820 millones de dólares. Los empresarios agroganaderos y, en especial, los latifundistas del oriente boliviano (cruceños, benianos y pandinos) acrecientan sus ingresos porque los que han talado bosques en áreas forestales que le fueron concedidas para que extraigan madera, sólo en una pequeña parte deben reforestar, en tanto que una mayor extensión de la superficie, en la que otrora hubo bosque, será utilizada para la agricultura, para ampliar la frontera agrícola, con el argumento de que se debe buscar auto abastecimiento de alimentos o soberanía alimentaria. Asimismo, de hecho, se amplía el tiempo sin saneamiento de tierras lo que sirve a los latifundistas improductivos, así disponen de más tiempo para criar ganado y/o sembrar en sus predios hasta que llegue el saneamiento.

Para las elecciones 2014 los gobernantes disponen de dinero, probablemente, el suficiente incluso para comprar electores. El Presidente llama “mata cambio” a los choferes. Nosotros contamos con datos que nos convencen de que en cada una de las movilizaciones de los masistas y no masistas que participan en marchas, concentraciones, ampliados, cumbres, congresos de movimientos sociales y otras acciones similares, gente de confianza de los organizadores de esos eventos reciben dinero para pagar transporte, comida, alojamiento y los jornales a los asistentes, y esas personas se quedan con el cambio, matan el cambio. Esos grupos, los que según Morales son desinteresados activistas electorales, son los personalmente interesados en la reproducción del poder actual porque de éste ganan dinero individualmente y de manera ilegal e ilegítima.

Todos los funcionarios públicos organizarán la campaña electoral para asegurar una victoria con el 74 por ciento porque ese es el deseo del Jefazo, como ha reiterado en el discurso que comentamos y que publicamos en este número 137 de Aquí. De acuerdo al Presidente tienen todo para conseguir ese triunfo que, apoyados en estadísticas, sería la séptima victoria electoral, como no ocurrió nunca en Bolivia añade, ufano, el principal inquilino del Palacio Quemado.

Los gobernantes, además, tienen de su lado al Tribunal Supremo Electoral (TSE), aunque éste no haga fraude, es decir, aunque no llene ánforas sólo con votos del partido político del corregidor. En las elecciones del próximo año el corregidor será el candidato de modo que no habrá candidato del corregidor. Una de las funciones del TSE es, por ejemplo, inscribir a todos los partidos, frentes y organizaciones ciudadanas que lo soliciten, con el criterio de que así los candidatos opuestos a los oficialistas serían demasiados, para que haya dispersión de la votación, lo que ayudaría al binomio Morales-García a ganar las elecciones 2014.

El voto comunitario, ese que en asamblea de la comunidad se decide por qué candidato votar, el control de la votación por comunarios y hasta la suplantación de votantes en comunidades, también esperan que sean favorables a los gobernantes.

Los gobernantes tienen programa, principios, partido, movimientos sociales, cronograma y una experiencia de haber ganado seis elecciones o referéndums sucesivos. Ésas son ventajas.

A esas ventajas nosotros, a manera de resumen de lo dicho en esta nota, decimos que los gobernantes tienen aliados (viejos y nuevos), dinero suficiente hasta donde se conoce, organismos estatales (TSE, FF.AA., Policía Boliviana, justicia ordinaria, Ministerio Público), apoyo internacional (aunque mermado, pero que comprende respaldo político y financiero, por lo que Morales ha vuelto a decir que él cree que lo quieren más fuera que dentro del país). Dudamos, sin embargo, que el electorado apoye a los oficialistas en un 74 por ciento como quiere el Jefazo. Pero veremos qué decide, especialmente, el pueblo. Éste confiamos en que se volverá sabio y no elegirá entre los males a ninguno y que sin dejar de tomar en cuenta el discurso de los candidatos, sobre todo establecerá con qué gobernantes, la gente del pueblo y sin intermediarios paternalistas, protagonizará su emancipación. El pueblo pocas veces vota contra sus intereses. El próximo año es necesario conseguir que el pueblo vote por sus intereses legítimos, para lo que nosotros trataremos de presentar “interesantes los intereses” populares para que los empobrecidos voten por ellos mismos y por los candidatos que de veras los representen. 

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