Por Alfredo Luis Fernández * - Página 12
Fito Páez no sólo se desahogó. Se sentó, escribió o dictó una columna, la releyó, sintió que era eso lo que quería decir y la envió al diario.
Muy probablemente ni se retracte ni elija pedir disculpas, pues decidió poner las cosas blanco sobre negro. La corrección política diría que no debe reaccionarse así frente a quienes se debe intentar sumar o seducir para el ballottage. Fito, en vez de pensar en la quimera del ballottage, prefirió, desde la libertad y la fuerza de su voz, darle un palo al avispero y que el asunto se discuta.
Leer más...Por Teresa Parodi * - Página 12
Fito dijo lo que piensa, lo que siente y no puede haber algo más irreprochable que eso. Hizo lo que todos reclaman para sí como un derecho, también los que reaccionaron y le contestaron indignados, hacer y decir lo que se piensa, lo que se siente. A veces serenamente, otras con exabruptos de grueso calibre. Hemos escuchado muchos por cierto.
Leer más...Por Gerardo Fernández
Lo naturalizado es que una dirigente política diga, muy oronda, que la manifestación de pena popular por la muerte de Néstor Kirchner en realidad fue un ardid de Fuerza Bruta. Es natural que una revista publique en tapa que la presidenta de la nación es bipolar, tanto como que Francisco De Narváez diga que Néstor Kirchner prefirió morirse antes de exponerse a una nueva derrota.
Leer más...Por Carlos Ulanovsky * - Página 12
El texto del querido Fito Páez me pareció, por lo personal y escrito tan desde las tripas, una pieza bella, valiente, muy auténtica. La comparto desde esa perspectiva estética y también desde la perplejidad que genera algo que uno no termina de explicarse con claridad por qué ocurrió como ocurrió, casi, digamos, como un nuevo enigma argentino que seguramente tiene centenares de ramitas explicatorias y que tenemos el compromiso de seguir pensando.
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