solidaridad
Como parte de su visita oficial a nuestro país, el Presidente de Angola, João Manuel Gonçalves Lourenço, sostuvo un encuentro con combatientes internacionalistas cubanos, durante el cual rememoraron aquellos tiempos de lucha por la independencia de este país africano
Autor: Redacción Nacional | Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
4 de julio de 2019
Cuba contribuyó decisivamente a la liberación de Angola. Foto: Archivo de Granma
El Presidente de Angola, João Manuel Gonçalves Lourenço, destacó durante un intercambio con combatientes internacionalistas cubanos, la eterna gratitud de su pueblo hacia la Isla.
En el encuentro, los asistentes rememoraron aquellos tiempos de lucha por la independencia de este país africano, con el cual la Mayor de las Antillas tiene una profunda relación de amistad, solidaridad y cooperación, que «se consagró y eternizó cuando ambos vertieron su preciosa sangre para defender los más nobles ideales del ser humano: la libertad y el derecho de seguir su propio destino», tal como reconoció el mandatario angoleño.
Al recibir en días recientes la Orden José Martí, la más alta condecoración de la República de Cuba, el presidente João Manuel Gonçalves Lourenço destacó que ambos pueblos «se unieron en una alianza indestructible y vencieron en todos los frentes a las poderosas fuerzas que trataban de impedir, mediante la agresión y la guerra, la afirmación de la independencia de Angola, la liberación de Namibia y de Sudáfrica de las garras del apartheid».
La Operación Carlota en Angola, desde agosto de 1975 hasta mayo de 1991, cuando regresó el último grupo de combatientes, fue la respuesta del Gobierno cubano a la solicitud de ayuda del líder histórico del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA), Agostinho Neto, ante la agresión perpetrada por el régimen del apartheid sudafricano y sus aliados internos y externos, para impedir la independencia de la nación africana, derrotar al MPLA y ocupar el país.
En todas estas misiones intervinieron 385 908 combatientes cubanos, y de ellos cayeron, cumpliendo con su deber internacionalista, un total de 2 398.
Ninguno de ellos actuó en busca de gloria personal ni de riqueza alguna, no les movía otro deseo que el de ser útiles, cumplir con la Revolución y estar a la altura del tiempo que les tocó vivir.