Vamos a andar
Rafael Puente
Nada menos que en Brasil, la nueva potencia emergente, el poderoso vecino que nos marca línea —y que de paso intenta controlarnos— se ha producido una explosiva cadena de manifestaciones populares (en Río 300 mil personas, en San Pablo 250 mil, y así en más de ochenta ciudades) que expresan el descontento y la decepción fundamentalmente de la juventud. ¿Qué pasó? ¿No era que Lula y el PT habían puesto en marcha un significativo proceso de cambio? ¿O es que esa masa de jóvenes —que se comunican a través de las redes sociales y no parecen depender de los medios televisivos— se han pasado a la derecha? A partir de sus demandas no parece ser el caso. Cierto que la derecha intenta aprovecharse de las movilizaciones —igual que en Bolivia—, pero se trata de auténticas movilizaciones populares, incluso así lo reconoció la presidenta Dilma Rousseff.
Leer más...Movimiento Patriótico “Manuel Rodríguez”
Ha pasado un año desde que nuestro hermano y compañero nos dejó físicamente, Antonio Peredo; el periodista, el intelectual, el senador de la república, el internacionalista, el revolucionario cabal.
Leer más...(Cuba, América Latina)
Abril 15, 2013
15 de abril,2013
Por Alipio G. Sollet
Voy a demostrarles que la prensa canalla tiene memoria selectiva. En efecto, basta con que el candidato derrotado en unas elecciones presidenciales sea el de sus preferencias políticas o ideológicas, —como es el caso ahora de Enrique Capriles en las presidenciales del domingo 14 de abril en Venezuela—, para que a este tipo de prensa se le olviden los precedentes; se le estrechen más que nunca la diferencia en el número de votos o la diferencia porcentual que sacó el candidato vencedor o ponga en dudas los resultados de las urnas.
Leer más...elecciones en venezuela y paraguay
Por:Atilio A. Borón
|Martes, 16/04/2013 08:45 AM
Era fundamental que ganase Nicolás Maduro, y ganó. Pero ganó a duras penas, lo cual exige desentrañar las causas del bajón sufrido por el chavismo y el notable aumento experimentado por la derecha. Fue una victoria que puso en evidencia la endeblez metodológica de las encuestas que de uno y otro lado pronosticaban una holgada victoria del candidato chavista. Sobre el veredicto de las urnas lo primero que hay que decir es que su desconocimiento por parte de Henrique Capriles no es en modo alguno sorprendente. Es lo que señala para casos como este el manual de procedimientos de la CIA y el Departamento de Estado cuando se trata de deslegitimar a un proceso electoral en un país cuyo gobierno no se somete a los dictados del imperio. Si bien la distancia entre uno y otro fue muy pequeña, no tuvo nada de excepcional a la luz de la historia venezolana: en las elecciones presidenciales de 1978 Luis Herrera Campins, candidato del COPEI obtuvo el 46.6 por ciento de los votos contra el 43.4 de su rival de Acción Democrática. Diferencia: 3.3 por ciento, y el segundo reconoció de inmediato el triunfo de su contendor. Antes, en 1968, otro candidato del COPEI, Rafael Caldera, accedió a la presidencia con el 29.1 por ciento de los sufragios, imponiéndose sobre el candidato de AD, Gonzalo Barrios, quien obtuvo el 28.2 por ciento de los votos. Diferencia: 0.9 por ciento y asunto concluido. Más próximo en el tiempo, contrasta con el autoritario empecinamiento de Capriles la actitud del por entonces presidente Hugo Chávez que, en el referendo constitucional del 2007, admitió sin más trámite su derrota cuando la opción por el No obtuvo el 50.6 por ciento de los votos contra el 49.3 por ciento del Si a la reforma que él favorecía. A pesar de que la diferencia fue de poco más del 1 por ciento Chávez reconoció de inmediato el veredicto de las urnas. Toda una lección para el ofuscado perdedor.
Leer más...Frente a la violencia generada por la ultraderecha y el fascismo en el hermano pueblo de Venezuela como medio para desestabilizar un gobierno democráticamente electo, declaramos:
Leer más...