Editorial de Aquí 284
Juan Evo Morales Ayma y Álvaro Marcelo García Linera, abusando del poder político fueron habilitados, por miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), parcializado, en contra de la Constitución y otras normas, por lo que llevan el sello imborrable del fraude, incluso de la prevaricación de vocales del Tribunal Constitucional Plurinacional.
Esta afirmación la apoyamos en lo que sigue:
—El artículo 168 de la Constitución Política del Estado (CPE) que dispone la repostulación por segunda y última vez de la o del Presidente y de la o del Vicepresidente, fue aceptado por Morales sólo para hacer creer que estaba dispuesto a cumplir esa norma, lo que García Linera llamó maniobra envolvente. Entonces aquellos políticos de prácticas “indecorosas” tenían resuelto difundir argumentos políticos para vencer aquella limitación constitucional de repostulación —por tercera vez consecutiva— de los dos primeros mandatarios de Bolivia.
—Luego transcurrió el Referéndum del 21 de febrero de 2016 (el 21F), en el que un poco más del 51 por ciento de los bolivianos votamos NO a la reelección ilimitada de Morales y García, y asimismo aquella mayoría ratificó el artículo 168 de la Constitución.
—El NO del 21F fue desconocido por el Presidente, a pesar de que ese resultado constitucional era y es de cumplimiento obligatorio.
—Acto seguido el Tribunal Constitucional Plurinacional, aprobó (dictó) una sentencia en la que dispone la repostulación de Evo Morales y de Álvaro García, las veces que éstos quieran. La sentencia de aquel Tribunal viola la Constitución de manera expresa, pero con el poder del Estado se obliga a la mayoría de los bolivianos, hasta ahora, a tolerar al binomio oficialista, al que se repudia cada vez más.
—A continuación se impusieron unas Elecciones Primarias que no tuvieron ni la forma ni el contenido de esas consultas que se realizan en otros países. Sin embargo, en el nuestro se llevaron a efecto para poner un barniz grotesco de legalidad a la candidatura oficialista, de la que escribimos en esta nota editorial.
—La Presidenta del TSE, renunció o le obligaron a dejar el cargo, luego de afirmar que los resultados del 21F son de cumplimiento obligatorio.
—La mayoría de esos vocales, encabezados por Katia Uriona, ayudaron a confirmar la candidatura masista fraudulenta.
—Y la mayoría o todos los actuales vocales del TSE, que se comportan como obedientes operadores del presidente Morales, dieron por bien hecho, incluso lo que está mal hecho, por los candidatos que están empeñados en reproducir su poder, con diversas trampas.
Las acciones de rechazo y de resistencia a los pasos dados por aquellos gobernantes, con apoyo de sus parciales que les aplauden, no han conseguido ni frenar ni frustrar las andanzas fraudulentas anotadas.
La verdad es que aunque Evo-Álvaro no tienen la razón, abusaron y abusan del poder político para imponerse con vistas a conseguir su reelección por cuarta vez.
En el campo popular acaso no se advirtió que para impedir la candidatura oficialista debía derrotarse al Estado, llamado plurinacional, y al gobierno, para lo que no se tuvo ni se tiene la fuerza suficiente, aunque tenga la razón la gente del pueblo y no la tengan los gobernantes prorroguistas, por tanto, ilegales e ilegítimos.
En la confrontación referida, en resumen, hubo disputa para evitar la reproducción del poder de Evo Morales, frente a la oposición de una convergencia amplia, pero ideológica y políticamente diversa.
¿Para qué quieren continuar como gobernantes Evo Morales y Álvaro García?
En el ámbito político para gobernar, como ya lo hicieron y lo hacen, en servicio de los medianos propietarios de Bolivia: cocaleros, colonizadores, cooperativistas-empresarios mineros; para sus socios de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y otros empresarios grandes, criollos y transnacionales; en último lugar y a mucha distancia atenderían demandas, con demora e ineficiencia, de sectores del pueblo empobrecido. Las capas medias, que crecen, lo que celebra Morales, recibirían algunos beneficios, como para que al menos se neutralicen.
En el terreno de la economía habría más reformas burguesas, pero ninguna que apunte a un cambio del modo de producción capitalista, dependiente y atrasado. Sin embargo, como opinan expertos, pronto Morales y su cofradía, tendrían que emprender ajustes económicos que lo más probable es que serían, básicamente, para administrar la crisis de las formas de producir y de distribuir los bienes y los servicios que se produzcan en Bolivia; los que no irían muy lejos y podrían ser admitidos, como lo han sido, por el Banco Mundial, el FMI, el BID, la Corporación Andina de Fomento, la que en realidad es un banco.
Con Evo Morales y Álvaro García no habría el desarrollo social que sigue esperando el pueblo, que lo necesita, sin más postergaciones. Basta citar un ejemplo demostrativo de lo que se afirma: Los bonos que se distribuyen ahora (Juancito Pinto, Juana Azurduy, Renta Dignidad) son útiles, pero insuficientes; además, son propios de un asistencialismo, y no son el fruto de la industrialización del país o del aumento de la producción o del crecimiento real de la economía, sino de los precios favorables para las materias primas que Bolivia vende en el mercado internacional.
A los jubilados se les paga rentas menores de las que permitirían sus ahorros individuales; asimismo, se calcula esas rentas como si los jubilados vivirían 100 años o sólo se paga rentas que reportan el 70 por ciento o menos del promedio salarial, pero no el cien por ciento como a los militares que pasan a la reserva activa; además, a los jubilados se les niega el doble aguinaldo. Ese maltrato a los de la tercera edad, continuaría con los candidatos oficialistas si se mantienen en el ejercicio del poder.
En este tiempo se habla mucho del bienestar de los bolivianos, el que es cierto entre los grupos de los privilegiados del régimen actual, como a los que les dota tierras agropecuarias, a título gratuito, para agrandar las que ya tienen, en las que chaquean y a las que degradan al extremo, para citar un caso
El fomento a la cultura, es otra apariencia. Aunque se sabe que algunos artistas, inocultablemente, venden caras sus pinturas para la Casa Grande del Pueblo o cantaautores, como los Kjarcas, son pagados con creces, por actuaciones para gobernantes que gastan, sin medida, el dinero de todos los bolivianos.
Los datos recogidos de la realidad, incluidas las encuestas más creíbles y hasta las dudosas como referencia ineludible, nos convencen a los que tenemos el sentido común atento, de que Morales no sería reelegido con el 70 por ciento, como dijo que deseaba, para contar con dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional
Asimismo, la reelección en la primera vuelta de Evo-Álvaro está en duda, incluso entre los masistas, a pesar de que Morales, hace días, se declaró ganador de los comicios de mañana.
El mismo Evo Morales —lo que evidencia inseguridad suya— otro día señaló que si gana, las elecciones el 20, habría un golpe de estado, en su contra, con participación de militares jubilados. Eso revela un comportamiento errático, para decir lo menos, pero también, con esa confesión, Morales busca otra vez, que se lo trate como víctima, como en otras ocasiones. Antes ganó jugando aquel papel de víctima, actualmente es dudoso que saque réditos, porque se le cree cada vez menos.
Faltan sólo horas para conocer la decisión de los electores bolivianos. Mas, en horas siquiera recogeremos las tendencias de la votación.
La mayoría de los bolivianos aguardamos la derrota de Evo-Álvaro, y el inicio de esta derrota sería la segunda vuelta electoral, la que los mismos electores la resolverán.
Lo que está claro es que Evo Morales y su “hermano” que integra su binomio, llegan al escenario electoral de mañana 20 sin la razón, que deben tener los candidatos, y con respaldo electoral disminuido, lo que es verificable si se mira bien y si se escucha sin prejuicios, para advertir que perdió la “fuerza electoral invencible” que poseía Morales, y sobre la que escribía su amigo, Atilio Borón.
Por lo dicho, otra vez afirmamos que sólo un gigantesco fraude, que se sume al que ya han ejecutado los oficialistas, daría la victoria a Evo Morales y Álvaro García, en la primera vuelta. La segunda vuelta, en cambio, sería para que se le propine una derrota al “Jefazo”, para cortar un ciclo político, con marcado dejo personal, porque el de Morales, sólo tiene el nombre de propuesta de los movimientos sociales.
Los controles electorales, desde la sociedad, son más confiables, como no lo son los del TSE. Por ello, esperamos también que se descubra aquel posible fraude.
Reiteramos que entre esas formas de fraude, específicamente, mañana podría ocurrir la compra de votos (a última hora); el miedo, especialmente, cargado entre los empleados públicos; la anotación de más votos para los oficialistas, aunque reciban menos en una mesa o en un asiento electoral; así como el voto supuestamente decidido para Evo-Álvaro en las comunidades alejadas, en las que el control de otros partidos o electores no exista.
Confiamos, asimismo, en que la gente del pueblo que concurrió a los cabildos, en primer lugar al de La Paz, castigue a los oficialistas y no vote por ellos.
Y como dijo un sabio de la antigua Grecia, creemos, asimismo, que nuestro pueblo se volverá sabio y votará por sus intereses, los que son ajenos a los candidatos anticonstitucionales que no tienen la razón y que el apoyo electoral, con el que cuentan, está visiblemente mermado.