Editorial de Aquí 294
Hasta donde conocemos y en coincidencia con analistas, afirmamos que países de la Unión Europea (UE) tienen interés en el litio boliviano, por eso apoyan incluso el retorno de Evo Morales al poder.
La UE —comprendidos, además, Rusia, China y Japón, sin ser de la UE— y ciertos Estados más que otros, entre los que integran esa asociación, tienen intereses manifiestos en la extracción, industrialización y comercialización del litio boliviano. En esa dirección, Alemania firmó un acuerdo con el Estado boliviano y, por tanto, con el gobierno de Evo Morales; convenio que según la información de la que se contó en ese momento, impidió la participación de Potosí en los beneficios de la renta que generaría esa riqueza, por ello la huelga en esa región, la que se empalmó con el alzamiento popular que acabó con el Presidente, Vicepresidente y los ministros del gobierno del MAS.
Se sabe, asimismo, que con Japón no hubo acuerdo porque las empresas del país asiático, que tiene control de una parte importante del mercado del litio, se negó a compartir con Bolivia un porcentaje mayor por las ventas de baterías de litio, producto que ya se elabora en nuestro país. Conviene recordar que el Gerente de la Sumitomo (japonesa) que explota minerales en San Cristóbal, en Potosí, en una visita a Bolivia y después de conversar con el entonces presidente Morales, dijo que Bolivia para su empresa todo era ganar, ganar y ganar.
Rusia mostró interés en similar explotación y comercialización de litio, un recurso natural, cuyas reservas son cuantiosas en el salar de Uyuni. Y aunque poco se sabe —quizá porque se trata de información reservada— Rusia instalaría una planta nuclear en El Alto con propósitos pacíficos y orientados a la salud.
China hizo conocer que le interesa aquel recurso natural boliviano, pero no pasó de conversaciones preliminares. Sin embargo, China, con seguridad, espera que se le pague la deuda contraída por Bolivia, como ya sucedió con aquel gigante asiático, el que junto con una solidaridad que pareció más declarativa que real, cobró la deuda al país suramericano, los días que la Revolución Bolivariana de Venezuela fue amenazada por los yanquis, con una intervención armada.
Empresas de Alemania y el Estado alemán fueron los favorecidos con el convenio para la extracción del litio, así como con la elaboración de baterías de litio y la consiguiente comercialización, a pesar de que los alemanes en un determinado tramo de la negociación se negaron a invertir el monto ofrecido.
Nosotros estamos convencidos de que los Estados tienen en cuenta, en primer lugar, los intereses de sus empresas y los suyos propios, antes que la solidaridad internacional, los principios y la diplomacia no formalista.
Sin embargo, es imprescindible, asimismo, tener a la vista que las contradicciones entre la UE y los Estados Unidos son reales y operan más allá de aquellos principios y del Derecho Internacional.
Pero actualmente no es tan frecuente la repartición territorial del mundo entre las potencias capitalistas, sin embargo, en los hechos ocurre la repartición territorial del mundo, la que no siempre la ven sobre todo los que se niegan a hacerlo ni alcanzan a leer bien esa realidad. (La repartición territorial del mundo entre potencias capitalistas fue estudiada por Lenin en El imperialismo, fase superior del capitalismo)
Benito Juárez, el prócer indígena y expresidente de México, dejó escrito que el respeto del derecho ajeno es la paz. Desde hace décadas ese pensamiento de Juárez integra el Derecho Internacional el que dicho sea brevemente parece que no tienen presente estas últimas semanas los mexicanos, en sus relaciones con Bolivia, sobre todo ahora que asilados bolivianos, del anterior gobierno, aguardan el salvoconducto para salir hacia México.
Y aunque todavía hay algunos que ponen en duda el porqué encapuchados quisieron entrar a la residencia de los diplomáticos mexicanos en La Paz, todo hace pensar que ese operativo tenía como misión frustrada sacar a los bolivianos alojados en la residencia mexicana, cuando menos a los que se les ha iniciado un proceso criminal por supuestos delitos; operativo realizado por funcionarios diplomáticos o no de España, para trasladar a esos huéspedes hacia España.
Españoles tienen inversiones en la empresa petrolera Repsol y tuvieron capitales en empresas que generaban energía eléctrica en Bolivia.
Asimismo, un diputado de la organización política Podemos del Estado ibérico, señaló que por intermedio de los canales de televisión bolivianos, ATB y PAT, se habría enviado dinero para Podemos de España, para la última campaña electoral de aquel país europeo. Sin embargo, no precisó monto, pero prometió que se investigará ese hecho.
Gobernantes de Estados Unidos, como si nuestro país fuera un Estado asociado suyo o ejerciera protectorado hacia Bolivia ha pedido al gobierno de Argentina que evite que Evo Morales viole las normas que rigen para los refugiados.
La presidenta interina Añez, al tiempo de disponer la expulsión de diplomáticos mexicanos y españoles, debido al operativo de los encapuchados, como argumento, dijo que Bolivia no es colonia de nadie. Ni de Estados Unidos, añadimos.
Estados Unidos, cuando gobernaba allí Clinton, éste ordenó bombardeos a países africanos.
China dio lecciones a Vietnam con una represión a los vietnamitas.
La Unión Soviética, a título de ayuda fraternal, invadió Afganistán, con la intención de salvar una revolución en retirada. Engels, experto militar marxista, dejó dicho que los afganos fueron guerreros nunca vencidos. Y alguien recordó a los soviéticos que, probablemente, no leyeron aquel escrito de Engels.
En este tiempo en el que las riquezas naturales se agotan aceleradamente, ninguna potencia capitalista parece eximirse de la tentación de aferrarse a relaciones políticas y diplomáticas que le reporten beneficios y no sólo gratificación por una solidaridad que nada tiene de desinteresada
Para nuestros pueblos y países latinoamericanos y caribeños, Bolivia con ellos, para no ser colonia, con lo que seguro estamos de acuerdo la inmensa mayoría en esta tierra, no debemos ser sino vigilantes, como fuimos cuando gritábamos y luchábamos para que así sea: “Bolivia libre sí, colonia yanqui no”.
Colonia de países de la UE y de otras potencias tampoco, por más de que nos digan, cada que llega la ocasión, que con Bolivia quieren las mejores relaciones y que desean colaborar como el que más con los bolivianos.
Bolivia debe comportarse, siempre, como un país verdaderamente libre y, en consecuencia, sin ser colonia alguna de nadie.
Por eso la expulsión de diplomáticos mexicanos y españoles se justifica, tarea que debe ser completada con la exigencia boliviana para que Estados Unidos deje de entrometerse en asuntos de los bolivianos.
Eso quiere decir que nuestro país no debe tolerar que países de la UE, por el interés que tienen en el litio se comporten, respecto de Bolivia, como un destacamento imperial y que emule con Estados Unidos, con su política imperialista que tenemos que rechazar con la fuerza de la que seamos capaces.
Bolivia debe mantener las mejores relaciones fraternales con los pueblos del mundo, pero jamás debemos tener el “alma de esclavos” ante potencia alguna.