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A diez años del golpe de Estado, Honduras se encuentra sumido en una crisis política

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A 10 años del golpe, diversos sectores sociales protestan pidiendo la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández. La oposición asegura que hay represión policial y la Iglesia sostiene que el Gobierno es "ineficiente".

Protestas de médicos, docentes y estudiantes, represión policial, denuncias de corrupción y descontento generalizado de una parte de la población han llevado a que varios sectores pidan la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández.

Este es el panorama que vive Honduras a diez años del golpe de Estado que sacó del poder al entonces mandatario Manuel Zelaya, quien hoy encabeza la oposición.

Desde abril pasado, miles de ciudadanos han marchado en las calles luego de que el Congreso aprobara dos decretos sobre salud y educación impulsados por el Gobierno con los que se facultaba "a los secretarios de estado en la definición y transformación de la educación y la salud para mejorar la prestación de servicios con un sistema inclusivo, eficaz y pertinente a las necesidades del país".

Las manifestaciones masivas hicieron que las autoridades derogaran los decretos y, además, instalara mesas de trabajo en salud y educación. Pero los ciudadanos se siguieron movilizando para mostrar su descontento con el Gobierno.

Denuncias de corrupción, represión policial e ineficiencia

A las protestas, que han continuado en Tegucigalpa y en otras ciudades del país, se unieron campesinos, taxistas, camioneros y tropas de élite de la Policía, entre otros sectores, cada uno con exigencias propias.

Las últimas manifestaciones, que se produjeron entre el 18 y el 20 de junio, estuvieron marcadas por la violencia. En esas movilizaciones tres personas perdieron la vida, decenas resultaron heridas y, de acuerdo con empresarios, se produjeron millonarias pérdidas a la propiedad privada y pública.

Según Hernández, las manifestaciones hacen parte de una estrategia de la oposición para afectar a su Gobierno. Sin embargo, los ciudadanos que marchan han declarado que las protestas también se deben a la corrupción que enfrenta el país y por la que responsabilizan al jefe de Estado.

Para una parte de los ciudadanos y la oposición, tanto la elección del mandatario en 2013 como su reelección en 2017 se produjeron mediante fraudes electorales. Por ello, una de las principales solicitudes de los manifestantes es la salida de Hernández del poder.

No obstante, esta no es una alternativa que baraje el presidente. El pasado martes 25 de junio aseguró en el canal 'Televicentro' que seguirá en la Presidencia "hasta el último día de este mandato", que finaliza el 27 de enero de 2022.

A las denuncias y sospechas sobre corrupción en las altas esferas se suman las quejas de represión policial y militar contra estudiantes y la oposición política. Tras las últimas protestas, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos solicitó a las autoridades que investiguen de forma "pronta e imparcial" los hechos violentos registrados.

El pasado 6 de junio, la Conferencia Episcopal hondureña, una institución de gran peso en el país, se pronunció sobre la crisis en un comunicado en el que hizo una contundente crítica al Ejecutivo.

"Creemos que la gravedad que adquieren muchos conflictos se debe, en primer lugar, a la forma incorrecta con que los manejan los poderes del Estado; en algunos casos siendo los causantes del problema y, en otros, por no saber resolverlos con los recursos propios de una democracia participativa", puntualizó la institución.

Al tiempo, añadió que el Gobierno ha dejado que los problemas continúen en el tiempo para esperar que "se resuelvan por sí mismos, cuando en realidad sólo se agudiza su conflictividad".

"Honduras necesita una Constituyente": Manuel Zelaya a diez años del golpe de Estado

Entretanto, este 27 de junio, el expresidente Zelaya reiteró que el país necesita una reforma constitucional y pidió una vez más la renuncia de Hernández.

"Honduras está en una situación muy grave, el golpe supuestamente lo dieron para que mejoraran las cosas, pero los indicadores (económicos y sociales) de mi gobierno son los mejores de la historia del país", puntualizó.

Asimismo, resaltó que el golpe de Estado que lo derrocó destruyó "las posibilidades de encontrarle salida" a la crisis política, social y económica de Honduras.

Zelaya calificó el Gobierno de Hernández de "dictadura" y aseguró que mientras "no se corrija el doblez de la clase política ante los Estados Unidos, Honduras no va a tener independencia y no va poder salir adelante".

Así fue el golpe de Estado de 2009 en Honduras

Para 2009, el descontento del pueblo hondureño se exacerbó cuando el entonces presidente Manuel Zelaya anunció que realizaría un referendo para determinar si los ciudadanos querían una reforma constituyente.

A esto se oponían la Corte Suprema, el Tribunal Supremo Electoral y diversos sectores políticos, económicos y sociales, que aseguraban que el mandatario sólo quería llevar a cabo la consulta para modificar la Carta Magna y hacer posible su reelección.

Hace diez años, el 28 de junio de 2009, un grupo de aproximadamente 200 militares irrumpió en la casa del entonces presidente Manuel Zelaya en Tegucigalpa, lo sacaron a la calle en ropa de dormir y lo llevaron a un avión que lo trasladó a Costa Rica.

Desde ese país, Zelaya hizo un llamado a la desobediencia civil mientras que en Honduras, el Congreso lo destituyó de su cargo y dejó en el poder al jefe del Parlamento, Roberto Micheletti.

El funcionario asumió la Presidencia de forma interina y convocó a elecciones. El ganador fue Porfirio Lobo del entonces opositor Partido Nacional.

Con AFP y EFE

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